jueves, 24 de febrero de 2011

El uso racional de los medicamentos

Según la OMS, el uso raciona de los medicamentos se basa en los siguientes supuestos:

  1. Elegir el medicamento adecuado a la situación clínica del paciente. Ello implica la necesidad de excluir la automedicación.

  2. Información al paciente de modo claro y preciso, dosis, duración del tratamiento, modo de administrarlo, posibles efectos secundarios, etc.

  3. Recetar el medicamento que supone menos costo para el paciente y para la comunidad, entre las distintas posibilidades igualmente efectivas, incluyendo el uso de genéricos

miércoles, 23 de febrero de 2011

Enfermedades infecciosas y no infecciosas

Enfermedades no infecciosas

En función de sus causas podemos clasificarlas en:

  • Enfermedades hereditarias o genéticas: Hemofilia, daltonismo

  • Enfermedades mentales, que provocan alteraciones de la personalidad: Esquizofrenia, neurosis, psicosis

  • Enfermedades específicas de órganos y sistemas: EPOC, Alzheimer, osteoporosis

  • Enfermedades auto-inmunes: Se deben a un fallo del sistema inmunológico, que sintetiza anticuerpos contra el propio organismo: Artritis reumatoide, esclerosis múltiple

  • Enfermedades causadas por accidentes: Traumatismos

Enfemedades infecciosas

> Generalidades

Los agentes patógenos, causantes de las enfermedades infecciosas se caracterizan por:

  • La contagiosidad, o la capacidad de propagación del agente patógeno.

  • La infectividad, o capacidad del agente infeccioso para instalarse y multiplicarse.

  • La patogenicidad, o capacidad para producir enfermedad.

  • La virulencia o grado de patogenicidad.

Los agentes patógenos infectan a las personas desde los reservorios de la infección, que suelen ser animales o personas portadoras que, aunque no padezcan la enfermedad, pueden transmitirla. Las principales vías de transmisión son: la oral-fecal, la respiratorio y el contacto directo.

> Las fases de una enfermedad infecciosas

  • El periodo de incubación: Tiempo que transcurre desde la infección hasta la aparición de los primeros síntomas. Es variable y propio de cada enfermedad.

  • El periodo prodómico: De enfermedad manifiesta, pero con síntomas generales, específicos y malestar general.

  • Periodo clínico: Aparecen los síntomas que definen la enfermedad, y que junto con los datos analíticos permiten hacer el adecuado diagnóstico. Tras un periodo de máxima intensidad de la enfermedad se pasa a una fase de convalecencia, caracterizada por el agotamiento del organismo como consecuencia de la respuesta ante la infección.

> La prevención de las enfermedades infecciosas.

Hay dos formas de actuación, bien sobre el reservorio o fuente de infección (identificación de portadores, aislamiento, educación sanitaria), bien sobre el huésped susceptible (vacunas, sueros que potencian el sistema inmunitario).

> Las defensas contra la infección

Se basan en el sistema inmunitario mediante defensas externas e internas, que defienden al organismo de agentes patógenos o de sus toxinas (antígenos), otorgándole inmunidad.

Se puede decir que la inmunidad es la resistencia que presentan los organismos frente a las infecciones. La respuesta del sistema inmunitario frente a los antígenos se llama respuesta inmune.

Las defensas externas actúan como barreras mecánicas y químicas ante la entrada de los patógenos, y son sobre todo la piel, las membranas mucosas, las secreciones como la saliva, lágrimas y orina y las barreras biológicas, como la flora bacteriana natural presente en cada organismo.

Las defensas internas se basan en respuestas activas del sistema inmunitario, presentándose dos tipos de inmunidad:

  • La inmunidad innata o específica, que se encuentra en el organismo ya antes de la infección, y se debe sobre todo a la acción de los glóbulos blancos (fagocitos) y ciertas proteínas de la sangre. La reacción inflamatoria es un ejemplo de este tipo de respuesta (se produce cuando los gérmenes atraviesan las barreras externas con rotura de capilares sanguíneos, por un aumento de la permeabilidad de los mismos, con los típicos síntomas de tumor, calor, rubor y dolor).

  • La inmunidad adquirida, adaptativa o específica: se adquiere tras el contacto del patógeno y es proporcionada por linfocitos, que reconocen de forma específica a cada patógeno y liberan unas moléculas llamadas anticuerpos que son específicas contra cada antígeno. Ciertos linfocitos, tras el contacto con el antígeno, son capaces de recordarlo (linfocitos de memoria), originando una memoria inmunotóxica que protege de contactos posteriores con el mismo agente patógeno.

> La lucha contra las enfermedades infecciosas.

  1. Las vacunas: Contienen los antígenos atenuados de forma que no pueden desencadenar la enfermedad, pero sí tienen capacidad para provocar una respuesta inmunitaria específica, quedando el organismo protegido por la adquisición de memoria inmunológica. Es un tipo de inmunidad activa, pues es el propio organismo quien sintetiza los anticuerpos. Requiere un tiempo para el reconocimiento del antígeno y la síntesis de anticuerpos, pero es duradera, a veces para toda la vida.

  2. Los sueros: Son preparados que contienen anticuerpos específicos obtenidos de la sangre de otro organismo y proporcionan, por lo tanto, inmunidad pasiva, inmediata y poco duradera, pues desaparece al desaparecer los anticuerpos inoculados.

  3. La quimioterapia: Consiste en el tratamiento con fármacos, entre los que merecen especial atención los antibióticos, que inhiben o impiden el desarrollo bacteriano.

sábado, 19 de febrero de 2011

Las enfermedades y sus tipos

Se entiende por enfermedad cualquier trastorno físico o mental que provoca una alteración del desarrollo normal del organismo. El conjunto de estas alteraciones recibe el nombre de patología.

Según su origen, las enfermedades se clasifican en:

  • Enfermedades no infecciosas, que son aquellas que no están producidas por agentes patógenos (traumatismos, enfermedades degenerativas, enfermedades genéticas)

  • Enfermedades infecciosas: Aquellas producidas por agentes patógenos, sobre todo bacterias, virus, hongos y protozoos, aunque hay mas agentes infecciosos.

Se le llama infección al proceso de introducción y desarrollo de un agente patógeno en un organismo, bien en sus células o en sus tejidos.

Las enfermedades también se puede clasificar según la distribución e impacto en la población:

  • Enfermedades esporádicas: Se presentan de modo aislado (infartos, apendicitis)

  • Enfermedades endémicas: Son propias de zonas geográficas concretas (malaria, enfermedad del sueño)

  • Enfermedades epidémicas: son enfermedades infecciosas pasajeras de rápida propagación y que afectan a un elevado numero de personas (gripe, cólera, SIDA...). Cuando afectan a la población mundial reciben el nombre de Pandemias.

jueves, 17 de febrero de 2011

Salud pública y medicina preventiva

La salud pública consiste en la aplicación de la metodología científica a la problemática de la salud-enfermedad, considerando como sujeto a toda la comunidad poblacional.


La medicina preventiva es una rama de la medicina que se ocupa de impedir la aparición, desarrollo o mantenimiento de la enfermedad, aplicando los conocimientos médicos. Actúa a través de distintos tipos de medidas: universales, selectivas, individuales, según el colectivo al que se dirigen, y actúa a tres niveles:

  • Prevención primaria: Dirigida a minimizar los factores de riesgo y la posterior aparición de las enfermedades.

  • Prevención secundaria: dirigida a evitar las manifestaciones clínicas de una enfermedad mediante el diagnostico precoz de la misma.

  • Prevención terciaria: asistencia destinada a actuar sobre el curso de la enfermedad y evitar sus complicaciones.

El concepto de salud y factores de la salud

Según la OMS, la salud es un estado de completo bienestar físico, psíquico y social. Los factores determinantes de la salud, que puede tener una acción positiva o negativa son:

  • El estilo de vida y conductas: Tabaco, alcohol, drogas, ejercicio físico apropiado, hábitos alimentarios, etc.

  • El medio, físico, social, y psíquico.

  • Los condicionantes biológicos: El envejecimiento, la constitución física y la herencia genética.

  • El sistema de atención sanitaria: Incide sobre la prevención, curación rehabilitación, etc.

Existen también factores de riesgo: Son las circunstancias relacionadas con la probabilidad de desarrollar una enfermedad, aunque no son necesariamente la causa (etiología) de la misma.

Pueden clasificarse en:

  • Factores modificables: Dependen del comportamiento del individuo (hábitos alimentarios, alcoholismo, tabaquismo, sedentarismo, etc)

  • Factores no modificables: No dependen del individuo (edad, sexo, genética, etc)

martes, 1 de febrero de 2011

El imperialismo y los factores político-ideológicos

Ya durante la época de formación de los imperios coloniales muchos de sus defensores criticaron que el imperialismo tuviese como única finalidad la satisfacción de las necesidades económicas de las metrópolis. Para ellos intervenían otros factores, como la grandeza de la nación o la labor civilizadora de un pueblo.

Factores políticos y la grandeza de una nación

La importancia de los factores políticos fué resaltada por numerosos historiadores y economistas que, críticos con la visión marxista-leninista, minimizaron la vinculación entre imperialismo y capitalismo, y resaltaron la importancia del nacionalismo, del militarismo y de la tradicional lucha por la hegemonía entre los estados europeos.

De la asociación del estatus de gran potencia con la adquisición de colonias, del prestigio internacional, se desenvolvió la idea de que una gran potencia debía estar presente en todos los puntos del globo, sobre todo en aquellos en los, según el momento, se centraba la atención mundial. La rivalidad política entre las naciones contribuyó a la ocupación de territorios, una carrera por llegar antes que el rival. Se explica así la ocupación que zonas que tenían una escasa importancia económica o en las que hubo que vencer una fuerte resistencia indígena.

Los factores ideológicos y la labor civilizadora

Junto a estos factores políticos también tuvieron su importancia las motivaciones ideológicas. La evidencia del progreso económico y técnico de los occidentales frente al resto del mundo tuvo como resultado la aparición del mito de la desigualdad de las razas y la superioridad blanca, sobre todo la de los anglosajones. Una amplia literatura basada en presupuestos racistas servirá como justificación de la necesaria e inevitable acción política, social, cultural y religiosa que los pueblos civilizados occidentales deben realizar para sacar del atraso secular y de la barbarie al resto de los pueblos. Esta supuesta obligación de civilizar se tradució inevitablemente en la ocupación de sus territorios, que ya que no estaban preparados para explotar sus riquezas.

Sin embargo, esta labor civilizadora no es incompatible con la mas dura explotación de los indígenas ni con la violencia.

Los factores demográficos y sociales.

Las mejoras en la medicina facilitaron, desde finales del siglo XVIII, un fuerte incremento de la población en Europa. La presión demográfica obligó a muchos europeos a emigrar. En el transcurso del siglo XIX, cerca de un millón de europeos abandonaron el continente, y las salidas aumentaron a partir de 1870-80. Muchos de ellos se dirigieron hacia los estados independientes de América, pero otros poblaron las colonias de sus metrópolis, sobre todo las situadas en zonas templadas. En algún caso, la correlación entre el exceso de población europea, las salidas migratorias y la formación y desarrollo de las colonias es evidente: Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Algeria,...

Para algunos políticos, la expansión imperial podía ofrecer una válvula de escape para las tensiones sociales provocadas por las reivindicaciones del proletariado. La demanda de productos destinados a las colonias podían incrementar el empleo en las fábricas de la metrópolis y disminuir el desempleo. Las campañas de conquistas de territorios exóticos y la gloria conseguida en ellas podía servir para el fortalecimiento del patriotismo, de la solidaridad nacional frente a las divisiones internas de carácter social, o para la identificación de las masas con la política de su estado y de sus clases dirigentes, desviando así la atención de los problemas socioeconómicos internos.

Por último no podemos olvidar otros motivos que también contribuyeron a la expansión colonial, tales como la superioridad técnica y armamentística, el espíritu de aventura, los descubrimientos científicos, la actividad de los exploradores y los misioneros...

El imperialismo y la expansión del capitalismo industrial financiero

En las primeras décadas del siglo XX, distintos pensadores socialistas y marxistas formularon explicaciones que vinculaban el imperialismo con la expansión del capitalismo. En estas explicaciones destacaron la primacía de factores económicos ya señalados por los políticos colonialistas, pero en su análisis acentuaron el carácter global del imperialismo que, para ellos, no surge como fruto de unas causas coyunturales (proteccionismo, crisis económica..) sino por la propia dinámica interna de desarollo de las fuerzas productivas capitalistas.

Al mismo tiempo, frente a las alabanzas generales y el entusiasmo que la expansión imperialista provocaba en los políticos y en la mayor parte de la opinión pública europea de la época, estos pensadores realizaron una visión crítica y peyorativa, poniendo de manifiesto los beneficios de la expansión imperialista en contraste con la explotación de los pueblos dominados. Así mismo, propusieron la reforma social como medida para solucionar el problema.

El economista asesor del Partido Laborista inglés, Hobson, puso de manifiesto la estrecha vinculación del imperialismo con el problema del subconsumo que afecta a los sistemas capitalistas debido a los escasos salarios que perciben las masas obreras. Si la clase obrera tuviera mas más poder adquisitivo, sería menos necesaria la búsqueda incesante de nuevos mercados fuera del país.

Otra matización es del también economista y destacado dirigente del Partido Socialdemócrata Alemán, Hilferding, que resaltó los aspectos financieros como motor de la edificación de los imperios coloniales. Según el, la concentración de capitales en pocas manos y la saturación de los mercados internos propicia su inversión en el exterior; para asegurar el cobro de sus beneficios, los capitalistas propiciarán el control total del territorio donde se hacen sus inversiones, obligando de ese modo a sus gobiernos a crear colonias.

Si bien es cierto que las inversiones de capitales en el extranjero aumentaron vertiginosamente en el último tercio del siglo XIX, no se puede establecer una relación causa-efecto con la expansión del imperialismo, ya que sólo una parte de este flujo masivo de capitales acudía a los nuevos imperios coloniales, mientras que otros lo hacían hacia países políticamente independientes.

Los socialistas revolucionarios como Rosa Luxemburg, Bujarin y, sobre todo, Lenin, le dieron una interpretación más radical a las ideas anteriores; para ellos, el imperialismo era una fase específica del desarollo del capitalismo, más concretamente del capitalismo en el que predomina el capital financiero y los monopolios. En la frase de Lenin, el imperialismo es la fase superior del capitalismo.

Para garantizar la seguridad de sus inversiones y alcanzar las ingentes cantidades de materias primas que demandaban las industrias, estas oligarquías estimulan a sus gobiernos a la creación de colonias o mercados en exclusiva. La expansión colonial conduce a la división territorial del mundo entre las grandes potencias capitalistas, lo que creará una pugna entre ellas que conducirá inevitablemente a la guerra.


El imperialismo y la lucha por los mercados

Para la mayor parte de los políticos liberales de la época (Jules ferry, Joseph Chaberlain, Lord Salisbury, Francesco Crispi, Leopoldo II de Bélgica, etc) la expansión territorial y la formación de colonias era fundamentalmente una necesidad para asegurarse mercados protegidos donde colocar sus productos elaborados, donde poder obtener materias primas y alimentos demandados por la industria y la población de la metrópolis, y donde invertir los excedentes de capital.

Esta búsqueda de nuevos mercados se vió estimulada por la creciente competencia internacional. La extensión de la industrialización y las mejoras en las redes de transportes hizo que la cantidad de productos destinados al mercado se incrementase considerablemente y, al mismo tiempo, provocó una tendencia descendiente en los precios a partir de 1873. Estos factores hicieron que muchos estados recurriesen progresivamente al establecimiento de barreras proteccionistas de su mercado interno frente a los productos extranjeros y que buscasen nuevos mercados para sus excedentes, mercados que también se reservarían en exclusiva. El temor a quedarse sin mercados, el proteccionismo, y el aumento de la competencia obligarían a la creación del respectivo imperio colonial.

Junto con la búsqueda de nuevos mercados está la necesidad de materias primas con las que abastecer a la industria de la metrópolis (algodón, cobre, estaño, caucho, petróleo..), metales preciosos u otros productos alimenticios destinados al consumo de los crecientes núcleos de población urbana europeos y americanos.

En esta creación de nuevos mercados, las comunicaciones jugaron un importante papel. Teniendo en cuenta las enormes distancias que era preciso recorrer hasta muchas de las colonias, las metrópolis tuvieron que ocupar puntos estratégicos intermedios situados en las propias rutas comerciales con la función de servir de apoyo a sus transportes marítimos.

Colonialismo e imperialismo: Términos básicos

Conceptos básicos para entender la expansión territorial, el colonialismo y el imperialismo.

¿Qué es un imperio?

Imperio es la ampliación masiva de las fronteras sin discontinuidad geográfica.

¿Qué es un imperio colonial?

Un imperio colonial es la ocupación de territorios ultramarinos o con discontinuidad geográfica

¿Qué es una colonia de población?

Son aquellas que reciben una elevada población procedente de la metrópolis, y en la que hay trasplante completo de formas de vida y cultura procedentes del país conquistador.

¿Qué es una colonia de explotación?

Colonias de explotación son aquellas en las que la metrópolis, directamente o mediante concesiones particulares, explota las riquezas naturales de las colonias.

¿Qué es una colonia estratégica?

Colonia estratégica es aquella situada en puntos vitales de apoyo de las rutas comerciales o de control de la acción de otro país.

¿Qué es un protectorado?

Protectorado es el territorio sometido a la autoridad y protección de un país, pero que conserva su organización política indígena encargada de los asuntos locales (una variantes específica de los ingleses son los dominios)

¿Qué es el pacto colonial?

El pacto colonial consiste en el intercambio desigual de mercancías: materias primas o alimentos procedentes de las colonias y productos elaborados procedentes de la metrópolis.

Los intercambios suelen ir acompañados de prohibiciones legales que obligan a las colonias a estar supeditadas a la metrópoli.

¿Qué es la colonización?

La colonización es el proceso mediante el cual se estimula el asentamiento de ciudadanos de la metrópoli en nuevos territorios vacíos o escasamente habitados.

¿Qué es el colonialismo?

El colonialismo es la doctrica favorable a la creación de colonias.

Expansión Colonial e Imperialismo: Introducción

Durante el siglo XIX y los primeros años de XX, se desenvolvió uno de los procesos básicos del mundo contemporáneo: la formación de los imperios coloniales. Terminó la época de los grandes imperios de España y Portugal, pero se iniciaban otros nuevos, con nuevos objetivos y motivaciones, aunque con elementos comunes a todas las formaciones imperialistas: el afán de dominio, de control, de poder, de imposición de formas culturales... Uno de estos elementos destacó sobre todos los demás, la cuestión económica. Las grandes metrópolis coloniales son también importantes potencias industriales y demográficas que necesitan de nuevos territorios para completar su desarollo.

La revolución industrial necesita de constantes aportes de materias primas, al tiempo que las producciones fabriles exigen amplios mercados en los que colocar sus productos. Se establece así entre los países industrializados europeos una carrera para ser el primero en llegar a dominar zonas fuera de Europa que pasan a convertirse en colonas, y con las que las metrópolis constituirán sus respectivos imperios coloniales. También existen razones de tipo político, religioso, cultural científico etc. que, en algún caso, completarán el objetivo: la explotación económica.

La renovación técnica en el campo de los transportes, sobre todo en los marítimos, permitió trasladar contingentes de población a los puntos más alejados del planeta, al tiempo que grandes volúmenes de mercancías. Las expediciones de colonización permitieron ampliar extraordinariamente el mundo conocido, lo que facilitó grandes avances en ciencias como la Geografía, la Botánica o la Zoología. Sin embargo, junto a estos valores positivos, la colonización europea estuvo acompañada de numerosas consecuencias negativas para las poblaciones de los territorios colonizados: explotación de sus recursos naturales, imposición de fórmulas políticas ajenas, desprecio por sus valores culturales y religiosos, esclavitud...

Los países europeos más industrializados -fundamentalmente Gran Bretaña y Francia- fueron los protagonistas de una etapa de dominio político, económico y cultural europeo en el mundo. En un segundo momento, en las décadas finales del siglo XIX, dos naciones no europeas -EEUU y Japón- iniciaron una explansión en sus respectivos continentes. El afán de dominio por parte de los países colonialistas originó fuertes tensiones que actuarán como una de las causas determinantes de la Gran Guerra.