martes, 26 de octubre de 2010

La Celestina: Resumen, personajes y amor cortés

La Celestina es una obra atribuída a Fernando de Rojas cuya primera edición data de 1499. Es una novela atípica, ya que tiene una gran carga de diálogo, y de no ser por su extensión se podría pensar que nos encontramos ante una obra de teatro. Sin embargo, debido a su extensión resulta irrepresentable, por eso consideramos esta obra novela.

Resumen: Calisto es un apuesto jóven noble que persiguiendo a un halcón acaba en la huerta de Melibea, jóvenzuela aristócrata de la que queda perdidamente enamorado. Ella le rechaza, por lo que Calisto recurre más tarde a Sempronio, uno de sus criados, que le recomienda los servicios de La Celestina, con el fin de conseguir el amor de Melibea. Mediante algunas artimañas la anciana mujer consigue que Melibea se enamore de Calisto, y junto con los pajes del mismo, traman el encuentro entre los enamorados. Cuando el encuentro se confirma y Calisto se cerciora de que, efectivamente Melibea le corresponde, paga con una cadena de oro a Celestina, en concepto de los servicios prestados. Dicha cadena debía ser repartida entre Celestina y los dos pajes (sempronio y Pármeno), pero ella se niega, generando una discusión que acaba con el asesinato de la anciana a manos de Pármeno. Los pajes escapan por la ventana pero son apresados y ajusticiados por su crimen. Sus amadas, las prostitutas Elicia y Areúsa, llenas de rabia y envidia, traman la muerte de los dos amados, por ser los causantes de la muerte de los pajes, a quienes amaban. Para ello recurren a los servicios de Centurio, quien deberá darles muerte (aunque al final no lo hace).

En la segunda cita nocturna Calisto muere al caer por el muro de la casa de Melibea, cuando iba al encuentro de sus pajes, que se encontraban batallando en el exterior. Melibea no soporta el dolor de la muerte de su amado y se suicida tirándose desde una torre. La obra termina con el lamento de Pleberio, padre de Melibea.

Personajes en La Celestina

Principales:


Calisto: Es un joven burgués de la época que está loco de amor (el amor se consideraba entre locura y enfermedad, ya que alteraba el estado anímico normal de una persona) por Melibea. Es un personaje egoísta, que lo único a lo que atiende es a su amor por Melibea, sin importar lo que suceda a su alrededor. Es un personaje bastante cargado en sus expresiones, muy literario.

Melibea: Joven de la alta sociedad, amada de Calisto. Primero se muestra inocente yr echaza a Calisto, pero más tarde se entrega a su amor y se arriesga para citarse con su amado. Menos literario que Calisto.

Celestina: Mujer humilde, fría, calculadora, y que maneja las relaciones entre el resto de personajes de la obra. Su móvil es la codicia y el apetito sexual, que sacia presenciando escenas sexuales entre otros personajes.

Secundarios:

Sempronio: Paje de Calisto. Se aprovecha de su amo por codicia, contactando con Celestina para tramar un encuentro entre Melibea y su amo que beneficie a ambos. Carece de valores de la época.

Pármeno: Hijo de una antigua maestra y compañera de Celestina. Al principio se muestra reacio a la corrupción y advierte a su señor, pero celestina acaba por engatusarle usando a una de sus prostitutas, Areúsa, y se une a la trama.

Elicia y Areúsa: Prostitutas de la Celestina. Elisa vive con la Celestina, es despreocupada y algo inocente. Areúsa en cambio es más independiente, tiene casa propia y es más cerebral. Mantienen una relación de carácter sexual con Sempronio y Pármeno, respectivamente.

Alisa: Es la madre de Melibea. No se aprecia prácticamente ninguna relación con su hija. Se limita a especular con su boda.

Pleberio: Padre de Melibea. Está demasiado ocupado y ama a su hija. Se lamenta al final de la obra por todo lo ocurrido.

Lucrecia: Criada de Melibea. Un personaje bastante reservado y temeroso.

Tristán y Sosia: Criados de Calisto que sustituyen a Pármeno y Sempronio. Fieles.

Intención de la Obra

Prevenir contra la corrupción, el amor cortés y la lucha entre los polos opuestos (ricos-pobres, mal-bien, jóvenes-ancianos, etc).

¿Qué es el amor cortés?

El amor cortés es un tipo de amor idealizado propio de la edad media que se caracteriza principalmente por la total sumisión del enamorado a la siempre distante dama. Además la amada reúne una serie condiciones que la encumbran hacia la perfección física y moral. Normalmente la dama está casada con un noble o señor, por lo que si llega a haber contacto (raras veces se produce) sería considerado amor adúltero.

Otra de las características del amor cortés es que el estado amoroso engrandece a quien lo padece. El enamorado puede llegar a tener contacto con la dama previa súplica y una serie de estados posteriores, pero aún así siempre hay frustración, ya sea en forma de no llegar a poder disfrutar de ese amor, o porque una vez alcanzado el objetivo suceda una tragedia en cualquiera de sus múltiples formas.

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lunes, 25 de octubre de 2010

Breve historia de la Informática

El origen de las máquinas de cálculo se encuentra en el ábaco chino, que era una tablilla dividida en columnas donde en primera, contando desde la derecha, correspondía a las unidades, la siguiente a las decenas, y así sucesivamente. Se podía operar manualmente, aunque sólo se podían realizar sumas y restas.

En el siglo XVII aconteció otro de los hitos importantes en la historia de la informática, cuando el científico francés Blas Pascal inventó una máquina calculadora. Solo podía hacer sumas y restas, pero sirvió como inspiración para que el alemán Leibnitz, en el siglo XVIII, desarollase más tarde una máquina que también era capaz de hacer multiplicaciones y divisiones. En el siglo XIX el matemático inglés Babbage desarrolló lo que se llamó "Máquina Analítica", que ya podía realizar cualquier operación. Disponía de memoria para unos 1000 dígitos y funciones auxiliares. Sin embargo, al igual que sus predecesoras, era una máquina mecánica, lo que presentaba diversos problemas.

En el siglo XX, y gracias al desarrollo de la electrónica, se reemplazan los sistemas de engranaje y varillas por impulsos eléctricos, que dió lugar más tarde, concretamente entorno a la segunda guerra mundial, a lo que se considera el primer ordenador, el Mark I, cuyo funcionamiento se basaba en interruptores mecánicos.

En 1944 apareció el Eniac, que fué el primer ordenador con fines prácticos que existió, y más tarde, en 1951 el Univac I y el Univac II con fines muy similares.

Generaciones

Generación: Entre 1940 y 1952. Los ordenadores son de uso militar exclusivamente, son caros, enormes, complejos, y difíciles de operar. Además necesitan salas completas para ellos, amén de ventilación y temperatura reguladas.

2° Generación: Entre 1952 a 1964. Aparece el transistor, que resulta ser una revolución total en la electrónica. De este modo aparecen los primeros ordenadores comerciales, que aún son enormes y aunque no tan complejos, siguen resultando excesivamente caros, con lo que su destino suele ser bancos o grandes multinacionales.

Generación: Entre 1964 y 1971. Aparecen los circuitos integrados, que permiten abaratar muchísimo los costes. Además, los sistemas operativos y los lenguajes de programación se vuelven más complejos y capaces. A pesar de todo siguen siendo demasiado caros y grandes.

Generación: Entre 1971 y 1981. Aparece el microprocesador, que, a grandes grandes, integra gran parte de los componentes de los antiguos ordenadores en un solo chip. Ésto abarata aún más los costes y reduce los tamaños. Aparecen tímidamente los primeros ordenadores que, aunque no son personales, se dirigen al ámbito de las Pymes.

Generación: Desde 1981 hasta hoy. Se caracteriza por la aparición del ordenador personal (principal impulsor IBM), que, aunque comparativamente con el precio de los ordenadores actuales eran realmente caros, las familias pudientes sí podían permitirse comprar uno para tenerlo en casa. Desde entonces la informática se desarolló a un ritmo vertiginoso hasta que, en torno al año 2006 se ha reducido el ritmo en cuanto al aumento de capacidades.

domingo, 24 de octubre de 2010

Prehistoria, Grecia y Roma Antigua para niños.

Prehistoria: Prehistoria es la etapa que va desde la aparición del ser humano hasta la invención de la escritura. Se le llama así porque antes de inventarse la escritura lo que sabemos de transmitía de boca a boca, por lo que estudiar y entender las cosas que nos pasaban resultaba muy difícil.

La prehistoria se divide en tres periodos:

  1. El más antiguo de estos tres periodos es el Paleolítico. En esta etapa el ser humano utilizaba herramientas elaboradas a base de piedra tallada, hueso y palos. Durante esta época el hombre fue cazador, pescador y recolector, por lo que llevaba una vida nómada y solía colocar sus campamentos en las orillas de los ríos donde se aseguraba el agua y la comida por un tiempo. En esta época se comenzó a utilizar el fuego.

  1. El siguiente periodo es el Neolítico, donde el ser humano descubrió la ganadería y la agricultura (aunque siguiera practicando la caza y la recolección) lo cual le permitió construir los primeros poblados al no tener que viajar constantemente para buscar comida y podía tener más "tiempo libre" que poder dedicar a otras tareas. El hombre en esta época utilizaba herramientas más perfectas realizadas con huesos y piedras pulidas y empezó a realizar cosas con cerámicas y tejidos.

  2. El último periodo de la Prehistoria es la llamada, genéricamente, Edad de los Metales, ya que en él, los seres humanos descubrirán y utilizarán los metales. A su vez este periodo se divide en tres etapas que reciben el nombre de los metales que el hombre fue utilizando progresivamente. La más antigua es la Edad del Cobre, primer metal trabajado, posteriormente vino la Edad del Bronce y por último la Edad del Hierro. En esta etapa se desarrollan las primeras civilizaciones que acabarían por inventar la escritura, entrando en la Historia.

Historia: A partir de aquí asumimos que el ser humano sabe escribir, y por tanto dejamos de llamarlo pre-historia.

En la historia los dos primeros pueblos que podemos considerar importantes en el mundo occidental son los Griegos y los Romanos. Ambos pueblos nos aportaron un montón de conocimientos de los cuales nos servimos en la actualidad, tales como nuestras leyes, nuestra forma de escoger a nuestros representantes políticos y también los principios de la ciencia, como las matemáticas, la física, la filosofía y muchas otras.


Los Griegos: Los griegos eran un pueblo fundamentalmente guerrero y que al contrario que hoy en día, no formaban un único país, sino que estaban divididos en lo que ellos llamaban Polis (ciudades), que a veces estaban aliadas y otras veces luchaban entre sí. En algunas de esas Polis existía lo que se llamaba Democracia, es decir, que el pueblo era quien mandaba. La gente se reunía en Asambleas, que eran unos recintos enormes donde se sentaban todos los ciudadanos a votar lo que querían que se hiciera y lo que no. Las propuestas que tenían más votos a favor que en contra, salían adelante.

Además de eso sobresalieron en escultura (en la cual se basarían los romanos), literatura (dieron lugar a obras tan famosas como la Ilíada) y muchas otras cosas relacionadas con el arte.

Quizá en lo que más destacaron fue en Filosofía, de donde surgieron figuras como Platón y Aristóteles, que fue de alguna manera el padre de la ciencia moderna, al ser el primero en usar el método científico, que es un sistema que nos sirve hoy en día para avanzar en matemáticas, física, biología, etc.

Los romanos: Roma nació como otras muchas ciudades-estado de su época, poco a poco fue creciendo y copiando cosas de las ciudades-estado de Grecia (de las que hablamos antes), al ir creciendo se fue enfrentando a sus vecinos en lo que hoy conocemos como Italia y poco a poco fue venciéndoles. Fué entonces cuando se tuvo que enfrentar a una de las ciudades-estado mas importantes de su época, Cartago, a lo largo de las llamadas guerras púnicas. Al final de estas guerras, los romanos derrotaron a Cartago y a partir de ahí surgió Roma como el centro de poder más importante de su época.

Pero eso no fue todo, los romanos querían más poder, y también dominas más tierras, lo que los llevó a planificarse para conquistar más territorios. Llegó un momento en que gran parte de Europa y el Mediterráneo pertenecían a Roma, y al abarcar tanto, fué cuando sus enemigos exteriores se fueron fortaleciendo y penetrando fugázmente en los territorios romanos.

Con el tiempo estos pueblos a los que llamaron bárbaros (extranjeros) se volvieron más agresivos y terminaron por conquistar muchas de las tierras que antes eran del imperio romano, asentándose en ellas y formando sus propios pueblos y ciudades.

Roma se fué debilitando poco a poco. Llegó un punto en el que estos pueblos bárbaros llegaron a Roma y la saquearon, para años más tarde, derrotar por completo a los romanos y ocupar sus tierras.

En cuanto al arte y la cultura, los romanos en general fueron sucesores de los griegos, siguiendo con gran parte de lo que habían hecho, mejorándolo, sobre todo matemáticas y arquitectura, pero además desarrollaron también la Ley Romana, un sistema de leyes en el que se basan casi todos los que existen en la actualidad, y por supuesto, el latín, la lengua de los romanos, de la que surgieron casi todas las lenguas que hablamos en Europa y América.

A parte de eso los romanos fueron muy buenos estrategas militares. Inventaron muchas técnicas militares que se usarían durante mucho tiempo después.